01 septiembre 2013

LOS DERVICHES

En mi viaje a Turquía tuve la oportunidad de ver la danza giratoria de los derviches y realmente quedé fascinada por la fragilidad y volatilidad de sus danzarines, que ruedan y ruedan en círculos sobre su eje sin desplazarse durante horas casi transformándose en espíritus libres que parecen levitar.




Derviche significa “el que busca las puertas" o "camino al portal” dado que estos sufíes islámicos proponen un camino de búsqueda de la experiencia de Dios para alcanzar la unidad a través del amor. Su origen data del siglo XIII en Turquía y surgió en uno de los momentos esplendorosos de la historia del Islam. Se trata de una congregación religiosa nacida del sufismo es decir de una rama mística, filosófica, científica y poética fundada por Jelaluddin Mevlana Rumi.

Su danza conocida como Sema no es al azar y tanto la vestimenta como cada movimiento de los dervichestiene una simbología. Al entrar en el templo los derviches llevan una capa o sayal negro que significa la tumba, pero lentamente se van despojando de él y aparece otra blanca que representa la pureza lograda tras la eliminación del ego. Sus gorros simbolizan el control del pensamiento y de las emociones.





Durante los giros la mano derecha del derviche la coloca extendida hacia arriba mirando hacia el infinito para alcanzar la energía del mundo espiritual y la mano izquierda la dirige hacia la tierra. De esta manera el bailarín se transforma en el mediador entre el cielo y la tierra, entre lo infinito y lo finito para entrar en unión con el Todo y despojarse de uno mismo. La danza está compuesta por siete partes y comienza al ritmo de la música y va aumentando lentamente la velocidad de sus movimientos transformándose en un viaje místico del individuo hacia Dios.


El ritual está acompañado de música, cánticos y poemas que va recitando el  maestro llamado Dede que simboliza el sol. Todo el conjunto crea un ambiente espiritual, mágico, lleno de paz y tranquilidad para el alma del que los contempla quedando atónito ante las centenares de vueltas perfectas y sin oscilaciones que dan los danzarines que canalizan el fujo de energía alcanzando la perfección en  estado de trance.

Sentir el aire que va generando los pausados movimientos de los faldones de los derviches, que poco a poco se van abriendo a medida que ganan velocidad y van creando una delicada brisa que inunda el templo, acompañado del sonido rítmico y constante de sus blancas faldas extendidas en plenitud, sólo puede crear asombro, respeto y admiración ante quienes los contemplan. 


Mi recomendación


Aunque el lugar originario para ver a los Derviches es la ciudad de Konya en Turquía, pero dado que esta ciudad no tiene demasiado encanto, te recomiendo verlos en Gorome (Capadoccia).


La danza mística se realiza en un templo y suele comenzar a las 21h. Aunque la duración de la danza original puede ser de varias horas, la orientada a los turistas es de 1 hora y durante su ejecución está prohibido hacer fotos o grabaciones. Una vez finalizado el momento místico, los derviches vuelven a girar durante 5 minutos más para que los turistas los puedan inmortalizar con sus cámaras fotográficas.


El precio oscila sobre los 25€ pero he de decir que realmente merece la pena pagar para ver y deleitar esta bellísima danza que no deja indiferente a ningún viajero.

Si quieres ver un video original sobre su historia pulsa AQUÍ.


Si quieres conocer más sobre la vida mística de los derviches pulsa AQUÍ.

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