24 noviembre 2012

LOS DESIERTOS


Aunque parezca sorprendente el desierto es uno de los paisajes más bellos y fascinadores que existen en la tierra y los más buscados por los viajeros y sobre todo por los amantes de la fotografía. Caminar por un desierto aporta una gran dosis de calma y tranquilidad al alma y nos hace apreciar la inmensidad de nuestro mundo desde una nueva perspectiva, además sus colores, sombras y formas son infinitos y su silencio realmente estremecedor. Por ello muchas personas, incluidos importantes empresarios, emigran durante varios días al año a cualquier desierto para desestresarse del frenético ritmo de sus vidas. 


Cuando pensamos en un desierto lo asociamos rápidamente con un gran mar de arena, pero existen otros tipos como el desierto de sal (Salar de Uyuni, Chile) o el desierto pedregoso (Desierto de Sturt, Australia) resultado de que el viento ha barrido las partículas más finas (arena y polvo) del desierto mediante un proceso geológico llamado deflación o el desierto helado que por razone obvias se localizan en los polos. 


Sin embargo los desiertos clásicos de arena siguen siendo los más conocidos del mundo y abarcan una extensión de más de 16Millones de km2 y el del Sahara el más grande con diferencia por sus más de 9Millones de km2.



Una curiosidad es que las dunas cubren cerca del 20% de todos los desiertos del mundo y se forman allí donde hay viento constante y arena suelta. Su tamaño depende de la arena disponible y sus formas obedecen a la dirección y fuerza del viento. Por ello existen tres tipos de dunas:

Duna BARJÁN
Un barján es una duna en forma de media luna que se genera en los bordes de los mares de arena cuando el viento sopla regularmente en una sola dirección.



Duna SEIF
Los largos y afilados seifs (que en árabe significa espada), o dunas longitudinales, se forman en zonas con cantidades modestas de arena y vientos variables.


Duna en ESTRELLA
Los vientos estacionales crean dunas en forma de pirámide con múltiples brazos. Al crecer a lo alto más que a lo ancho, puede llegar a superar los 300 metros.

Te invito a descubrir la variación de sus formas la próxima vez que visites un desierto de arena y te dejes llevar por su grandiosidad, aunque cabe decir que ambular por un desierto ha perdido parte de su encanto ya que hoy en día los tuaregs ya disponen de su propio GPS.

Mi recomendación

Si visitas cualquier desierto del mundo te aconsejo llevarte un poco de su arena como recuerdo guardado en un tarro y si quieres coleccionarlos, verás como cada frasco será de un color y textura muy diferentes.


(Fuente: National Geographic)

2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón Isa, uno de los paisajes más espectaculares y bonitos que he visto es de un desierto, el del Namib. Simple pero enigmático e interesante!. No me pude resistir a llevarme un trocito de él y me traje a casa un poco de su arena naranja ;)

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  2. Gracias María, al viajero casi siempre lo que más nos impresiona es la belleza de la propia naturaleza, y los desiertos guardan tanta a la vez que misterio y como tú bien dices MAGIA. Un besote ;)

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