He tenido la
suerte de vivir un momento increíblemente mágico en mi último viaje que ha sido
la contemplación del desove de las tortugas en una playa de Tortuguero en Costa Rica.
Tortuguero es uno
de los parques nacionales más bellos del planeta que resguarda entre otras maravillas de especies
animales, a la tortuga marina que se encuentra en peligro de extinción.
Allí viven cuatro clases diferentes: la tortuga lora, carey, baula y la verde y entre los meses de julio y septiembre miles de ellas emigran a su lugar de nacimiento a poner sus huevos llegando a recorrer hasta 1.500km. Cabe destacar que este indefenso animal se orienta gracias a unas partículas magnéticas que posee en su cerebro y que le ayudan a encontrar su punto de nacimiento desde cualquier lugar del mundo por su conexión con los campos magnéticos del planeta.
Allí viven cuatro clases diferentes: la tortuga lora, carey, baula y la verde y entre los meses de julio y septiembre miles de ellas emigran a su lugar de nacimiento a poner sus huevos llegando a recorrer hasta 1.500km. Cabe destacar que este indefenso animal se orienta gracias a unas partículas magnéticas que posee en su cerebro y que le ayudan a encontrar su punto de nacimiento desde cualquier lugar del mundo por su conexión con los campos magnéticos del planeta.
Una de las
cualidades que poseen las tortugas es mantener el semen en su interior por uno
o dos años lo que le ayuda a poder decidir el momento apropiado para poner sus
huevos. Es por eso que no tiene prisa para ello y es que en una tortuga TODO es
muy pausado.
Cada tortuga
puede poner aproximadamente hasta 100 huevos en una puesta pero sólo una de
cada mil llegarán a ser una tortuga adulta. Cabe decir que durante el desove la
tortuga nunca verá a ningún ser humano pues las personas se mantendrán detrás
de ellas y sólo serán enfocadas en la parte posterior por la luz roja del
personal autorizado.
Dado que Tortuguero
es una zona protegida por las autoridades locales han sabido organizar y divulgar
el desove de las tortugas cuidando siempre la seguridad de las tortugas para no
entorpecer un ciclo natural tan íntimo. Es por ello que a lo largo de las
playas se distribuyen los llamados “rastreadores” que avisarán a los guías del
momento en que los turistas se podrán aproximar y que se agruparán en un máximo
seis personas estrictamente guiadas.
El proceso de desove,
que durará entre 2 y 4 horas aproximadamente, abarca 7 pasos pero nunca todos
los pasos se verán en una sola tortuga para evitar llegar estresarla o intimidarla.
1. Llegada de la tortuga: en la oscuridad de la noche sorprende divisar una enorme sombra que va
saliendo del mar. Dado que es un proceso totalmente protegido, se debe ir en
absoluto silencio, sin cámaras de fotos y ningún tipo de luz y vestir ropa
oscura.
2. Elección del lugar: la tortuga elegirá un lugar que le guste y en el que se sienta cómoda y
segura, pero puede que llegue a la orilla de su playa y una vez iniciado su lento
camino por la arena no le convenza el terreno y decida dar la vuelta para
probar en otro momento o en otro día.
3. Excavación del nido: una vez elegido el terreno adecuado la tortuga comenzará a excavar
lentamente su nido con sus cuatro aletas. El nido será profundo y perfecto para
que la arena no caiga dentro del mismo. Aunque parezca mentira tienen una
fuerza increíble y sus extremidades traseras parecen manos musculadas que
controlan a la perfección cada movimiento.
4. Desove: es sin duda el momento más emotivo ya que la tortuga entra en estado de
trance. e incluso lloran. Se puede apreciar perfectamente cada contracción y seguidamente expulsa
de 1 a 3 huevos cubiertos de una baba transparente que los protege de posibles bacterias.
5. Tapar el nido: una vez finalizada la puesta la tortuga comenzará a cubrir el nido con
sus aletas. Cada 3 o 4 aletazos parará a descansar y al minuto retomará su
pausado trabajo.
6. Camuflar el nido: en este proceso la tortuga comenzará a girar su cuerpo poco a poco a la
vez que sigue cubriendo el nido con arena y se posicionará mirando al mar.
7. Regreso al mar: lentamente regresará al mar dejando un camino en la arena muy
característico.
El nacimiento de
las crías comienza a partir de los tres meses de la puesta por lo que los meses
de Noviembre y Diciembre serán los apropiados para poder ver cómo salen de sus
cascarones a media tarde cuando la arena de la playa se enfría para no quemarse.
Para las crías será un largo recorrido alcanzar el mar ya que durante esa lucha
por vivir se han de enfrentar con depredadores como pájaros, cangrejos, zorros,
perros y por desgracia el hombre.
Acudir a
Tortuguero en los meses indicados es una garantía de poder ver a varias
tortugas y es por eso que este lugar es considerado uno de los más importantes del
mundo para contemplar este tierno milagro en vivo y en directo y aunque a uno
le de la sensación de estar robando un momento de intimidad a la propia
naturaleza, tener el privilegio de ser testigo es sin duda un espectáculo digno
de ver.
Una vez más esta
experiencia me ha hecho amar aún más a nuestra madre TIERRA, un tipo de amor al
cual le dedicaré sus merecidas reflexiones en un futuro post.
Mi recomendación
Cuidemos nuestro planeta para que momentos como este puedan seguir ocurriendo. y los podamos disfrutar. Gracias a la Caribbean Conservation Corporation que destina el dinero de las visitas turísiticas de forma regulada ayuda a protegerlas. Desde el 2004
formó un comité formado representantes de
la comunidad de Tortuguero por que implementó un Programa de Rastreadores. Dicho programa
posibilita el turismo sostenible y contribuye a la reducción del impacto sobre
las tortugas marines en peligro de extinción.
Para más información pulsar AQUI
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