PALACIO DE PETERHOF

Una de las fotos que más me atraía del libro “Las Maravillas del Mundo” del cual hablo en la sección VIAJAR es esta joyita de palacio majestuoso llamado Peterhof.

En 1714 el Emperador de Rusia quiso construir la residencia principal que pudiera eclipsar la fama de Versalles y verdaderamente lo consiguió. 


Situado en la orilla meridional del Golfo de Finlandia, a unos 30 kilómetros de Sant Petesburgo (Rusia) está formado por más de 50 estatuas de oro rescatadas tras la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

Peterhof es una de las construcciones más grandiosas del mundo con una gruta inmensa. El puente de Sansón con la estatua de un héroe bíblico desgarrando la cabeza de un león es un símbolo de la victoria de los rusos sobre turcos.

Sin duda sus pomposas esculturas, sus fuentes, surtidores y cascadas son el principal atractivo de Peterhof. La posición particular entre todas ellas la ocupa la Cascada Grande construida según el proyecto de Pedro el Grande. Sin embargo la cantidad de esculturas que te van rodeando por todo el recinto son tan impresionantes que te van envolviendo poco a poco casi como si estuvieras en un sonoro laberinto dorado.

Uno queda maravillado y en silencio durante los primeros minutos al contemplar y escuchar la musicalidad y refinamiento de todo el conjunto arquitectónico.

Para mí fue hermoso poder trasladar el recuerdo de esas fotos guardadas en mi memoria durante años y años, y poder mirarlo con mis propios ojos ya de adulta.

¡UN SUEÑO HECHO REALIDAD!

Mi recomendación

Un consejo, no vayáis a visitarlo con excursión organizada (ni en autocar ni en barco). Se puede tomar un bus local baratísimo que sale desde la estación de autobuses del centro de Sant Petesburgo y éste te deja en la misma puerta del palacio. Lo puedes visitar por tí mismo y necesitarás un día completo para poder contemplar todos sus rincones con la calma que se merecen.