26 agosto 2011

ABU SIMBEL

Abu Simbel significa el padre de la espiga. Se trata de un emplazamiento arquitectónico espectacular formado por dos templos excavados en la propia roca.

Situados al sur de Egipto (a 230 Km de Asuán), fueron construidos por orden de Ramses II en el año 1284 a.C.

Como dato curioso decir que el templo se construyó con una orientación espacial para que los días 21 de Octubre y Febrero (61 días antes y después del Solsticio de Invierno), los rayos del sol penetraran en el santuario e iluminaran las caras de los tres dioses que se sitúan en lo más profundo del templo (Amón, Ra y Ramsés), quedando el cuarto Dios Path (Dios de la oscuridad) en penumbra.


Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1979 y originariamente estaba situado en la región Nubia, pero debido a la necesidad de construir una presa en Asuán por la subida del río Nilo, fue trasladado mediante piezas cortadas y recompuestas como un rompecabezas.


Ver VIDEO DEL TRASLADO.



Lo primero que me impactó de este maravilloso lugar fue sin duda la majestuosidad de los enormes faraones que presiden la entrada. Ya maravillada por tal grandiosidad, mayor fue mi impacto cuando al adentrarme en el templo pude divisar sus enormes pasillos iluminados y repletos de miles de grabados egipcios que se conservaban en perfecto estado.

Me dió la sensación de estar en una cueva mágica extraída de otro planeta. Aún hoy sigo asombrada por la cultura egipcia, sus avances en tantísimos temas como la arquitectura, conocimientos astronómicos, medicina, estética ... ¡TODO UN MISTERIO AUN SIN RESOLVER!

Mi recomendación

Este mágico lugar es un emplazamiento muy turístico y existe gran diversidad de posibilidades para visitarlo.

Mi recomendación es realizar la excursión programada con autocar ya que así se atraviesa el desierto del Sahara y se hace una parada para caminar y recoger arena del desierto (lleva un frasco para guardarte un poco de arena como recuerdo o como regalo). El madrugón valdrá la pena, pues se llega al templo con los primeros rayos del sol y las sombras que éste proyecta en la rojiza roca son mágicas.

Otra posibilidad es tomar un avión hasta Asuán (te ahorraras 6 horas de autocar) y visitar el templo por la noche con el espectáculo de luces que tienen programado.

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