28 febrero 2011

HOI AN

Hoi An es un pequeño y encantador pueblo situado en la costa centro de Vietnam, concretamente en el mar de la china y es sin duda uno de los lugares con más encanto que he visitado, de aquellos que trasladaría a mi país para poderlo visitar en cualquier momento que me apeteciera, pero lástima que los miles de kilómetros de distancia lo hacen casi inalcanzable.Ver más FOTOS

Se trata de un lugar humilde pero con una rica y variada arquitectura, mezcla de casitas de madera de estilo oriental y francés, cuyas construcciones son originarias de la época y de las pocas edificaciones que quedaron intactas en el país después de tantas guerras.

Hoi An está formado por estrechas callejuelas, muchas de ellas sin asfaltar, donde te puedes perder mirando sus tiendas, restaurantes decorados al estilo colonial o su infinidad de pequeñas pagodas.

También alberga un puente de estilo japonés, el más antiguo del país. Su mercado es todo un espectáculo de color y variedad de olores, desde un sinfín de exóticas frutas hasta el pescado recién salido del mar.

He de decir que un occidental se puede sentir un poco apabullado durante los primeros minutos que pisa el mercado debido al caos de los puestos y la diferencia cultural de los productos, pero es cuestión de acostumbrarse y abrir todos los sentidos.

Además esta ciudad está repleta de artesanos, escultores y sastres, y por las noches se puede escuchar el sonido de las máquinas de coser trabajando sin cesar.

Los sastres confeccionan miles de coloridos farolillos de diferentes tamaños y que además adornan toda la ciudad, además de cientos de prendas de vestir hechas a medida, muchas de ellas por encargo de los turistas.

Por tan sólo 5€ te puedes hacer una camisa de seda a tu gusto y por 50€ un vestido o traje. Son auténticos maestros haciendo copias de cualquier modelo o patrón que se les presente.

Pero lo que verdaderamente impacta de este lindo lugar es su gente que transmite cariño hacia un pueblo repleto de belleza, armonía y una admirable dignidad colectiva. Sus sonrisas están presentes en sus caras a diario, alegría que sin darte cuenta se te va contagiando. Y es que en lugares así la felicidad les alarga la vida.

Mi momento de máxima felicidad en este entrañable lugar fue el desplazamiento que hacíamos en moto todas las mañanas desde el hotel hasta la playa situada a un kilómetro de la ciudad.

En el recorrido atravesábamos diversos poblados, ubicados entre lagos y palmerales y podíamos apreciar la vida en directo de su gente, que contando con muy pocos recursos valoran intensamente el día a día y comparten sus vidas con los demás.

Mis recomendación


Mi consejo, quédate  como mínimo tres días en Hoi An para poder disfrutar de sus playas, sus gentes, sus restaurantes, sus tiendas, ya es que es ideal para gente bohemia con ganas de saborear momentos muy especiales que te regala el destino.


Existe un pase con el cual se pueden hacer cinco actividades en esta ciudad: desde ver templos, el puente estilo japonés, el interior de una casa tradicional vietnamita, museos, espectáculos de música.

Si dispones de tiempo puedes visitar las Montañas de Mármol que se encuentran a pocos kilómetros de Hoi An. Pregunta en el hotel en el que estés alojado pues ellos mismos organizan excursiones.



Si te quieres hacer camisas, vestido o trajes a medidas te recomiendo la siguiente tienda:



CLOTH SHOP LAN (Nº 9)
31 Hoang Dieu St., Hoi An Town
Tel. 0510 863 909



(preguntar por Ms. Lan, es un encanto de mujer además de un buen sastre)

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