SUBIR EN GLOBO

Siempre había tenido en mente subir algún día en globo para poder observar un pedacito de tierra desde las alturas de manera pausada y disfrutar al máximo de esa visión. Un buen escenario para hacerlo es sin la Capadocia ya que es difícil superar la vista panorámica de esta única formación geológica en el mundo, todo un espejismo para la vista.

Es sin duda un espectáculo ya que supone hacer realidad un sueño original de todo ser que es volar y aunque muchos pueden pensar en el miedo al subir a ciertas alturas, más bien es todo lo contrario porque la sensación de flotar en el aire de forma relajada es completamente placentera. Incluso para aquellos que tienen vértigo se ha de tener en cuenta que la ascensión es tan lenta que ni siquiera uno es consciente del leve movimiento. 






Poco a poco la tierra comienza a verse pequeña a los pies haciendo olvidar cualquier tipo de aprensión y dejando al espectador con la boca abierta ante bellos horizontes.

También es fascinante observar el proceso de montaje e inflado del globo, que ya en sí merece la pena. Recostado en la montaña comienza a adquirir volumen y forma y aunque uno no lo imagina tan grande, una vez elevada su vela es realmente impresionante. En la lejanía el sonido del queroseno quemándose es similar a las olas del mar y rompe con el silencio en cada llamarada.

El aterrizaje es muy suave y el piloto da una breve instrucción sobre la colocación correcta del cuerpo que estará medio agachado, siempre dando la espalada al terreno donde se aterriza. Igual de interesante es ver el desinflado y desmontaje del globo, que quedará guardado en un gran saco y algunas veces como broma utilizan a los pasajeros como contrapeso para extraer el aire restante.

... si quieres ser Willy Fog por unas horas, sentir que el suelo se mueve debajo de ti y ver el espectáculo del mundo desde otra perspectiva, déjate "flotar" y súbete a un globo!!