La paciencia en una actitud necesaria para soportar las contrariedades que la vida nos
va brindando, una virtud y signo de
una personalidad madura y una fortaleza
para aceptar con serenidad cualquier prueba o dolor. Además nos permite ver con
claridad el origen de los problemas, ya sean grandes o pequeños, y la mejor
manera de solucionarlos.
Y es uno de los requisitos importantes a la
hora de viajar, por no decir
imprescindible, tener precisamente una gran dosis de paciencia porque en
cada experiencia el viajero saldrá de su zona de confort para “enfrentarse” a
un nuevo territorio en el que probablemente no existirán ciertas comodidades a
las que estará acostumbrados, la apreciación del tiempo variará dependiendo de
cada cultura, los horarios, comidas, maneras de operar y un extenso abanico de
normas y costumbres. Pero quizás sean todas esas diferencias el atractivo en el
cual reside la belleza de descubrir nuevos países.
Cuando visitas un lugar nuevo te toca adaptarte a TODO y quizás tengas que
rescatar tu mal francés o inglés, desarrollar dotes de mímica, preguntar
cientos de veces, en definitiva perder totalmente la vergüenza y como no tener mucha
paciencia con los contratiempos que lleguen ya que en los viajes ocurren con
frecuencia y cuando menos te lo esperas.
Recuerdo
por ejemplo la paciencia que tuvimos en la ciudad de Tokio para encontrar
cualquier restaurante de la guía Lonely Planet, porque ni con GPS ni mapa ni
preguntando a los locales fue una misión imposible y eso es debido al caos de
calles sin nombre que se entrecruzan y el añadido que todos los rótulos de los
locales están en kanji, entre otras muchas dificultades. O también las más de
18 horas de retraso del vuelo de regreso a casa desde Ho Chi Ming (Vietnam) en
el que vivimos una experiencia parecida a la película “La Terminal”, suerte que
las largas horas de espera fueron amenizadas por la amabilidad de las azafatas
y las bromas de varios compatriotas españoles con los que nos reímos como niños.
Conclusión: La Paciencia a veces es una cuestión de aceptación para no sufrir, por eso nunca te agobies si un medio de
transporte no sale a su hora, si son las cinco de la tarde y todavía no has
comido, si el agua de la ducha de tu habitación sale fría o se termina, si un
huracán te hace cambiar de planes, si un taxista te intenta timar y un sinfín
de situaciones… porque sólo te servirá una palabra mágica, PACIENCIA!
"La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte" (Kant)
Mi recomendación
Para la Psicologa Patricia Ramírez la Paciencia hay que practicarla ya que sólo el 10% de las circunstancias que nos rodean no las podemos controlar, por tanto somos responsables del 90% de nuestras reacciones que podemos manejar para no pasarlo mal y sufrir.
Mi recomendación
Para la Psicologa Patricia Ramírez la Paciencia hay que practicarla ya que sólo el 10% de las circunstancias que nos rodean no las podemos controlar, por tanto somos responsables del 90% de nuestras reacciones que podemos manejar para no pasarlo mal y sufrir.
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